Fue y no será

De esta constante prueba te pido que te salves, no más advertencias de algo que jamás tendrá lugar.
Olvídate de los abrazos sordos a los que acostumbras al prójimo,
La bestia de tus adentros tiene sed, mas, de este manantial no podrá beber,
No nací para odiarte, justo lo contrario, son las heridas rebosantes de sal lo que despiertan toda la rabia que recorre cada rincón de este ser que ya no se reconocer.

El llanto se convirtió en cenizas que obstruyen los conductos de la risa, la indiferencia cuelga el cartel de "meta", ya no podrás odiarme más porque no seré recuerdo en tu maquiavélico cerebro.

Sangre mía que fue y no será, surgiste como una ola de devastación, hoy la luna no dará fuerza a tus mareas, se apagó y la oscuridad me permitió volar en la nocturnidad de estas letras.

Y aquí me quedo, recogiendo lo esparcido, intentando arreglar lo que rompieron tus bufidos.


¿Cómo?


Como siempre, haciendo lo contrario...