domingo, 2 de noviembre de 2008

El ojo turco

Es como si te conociera,
cada dia más.
Nuestros ojos turcos no engañan,
nos ahuyentan de los demas,
pero lo que nos ahuyenta a nosotros, es nuestro miedo.

El despistado rubor de nuestras miradas
aniquila a mi sueño.


Aprovechas tu especial sensibilidad de la manera mas exagerada,
aprovechandote de la situacion, de que soy tu eterna hipnotizada
y quien sea digna de tu esencia, es merecedora de la peor batalla campal.
Ya que tu eres la victoria y nadie te merece, pero yo estoy alistada.

Brillas por tu talento, cualidad que deseo descubrir.
Viviendo en una atmosfera de misterio, que pide a gritos un abrazo.
Sin conocerte ya te escuche muchas veces,
y mas de una vez de esas,
mi cabeza no pudo parar de pensar si tu dulce sonido interferiria en mi futuro,
Y así fue, conoci al dueño de esa melodia, y por supuesto de la melodia de mi ojeroso pensamiento.

No puedo conformar ver tus ojos una vez en cada eternidad,
quiero formar parte de tu locura,
pongamos nuestras almas de partitura.



[Hoy siembro a punzón, mi cuerpo de igneos caminos
me hago el amor, sin mirarme a ceño fruncido,
luego rompo con to, en lo que dura un buchito de vino.
Me vuelvo cincel horadando la piel de mi sino podrido]

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