lunes, 23 de abril de 2012

Será...

Que la verdad sale cara... Las creencias, la doctrina sin doctrina, el sin dios ni amo, la voz y el voto...
Más que caros.

Le gustaba salir, echarse unas cervecillas, tener agujetas de reir, dar un paseo, tomarse un helado, respirar los buenos aromas, acostarse tarde, hacer el amor y los buenos días.

Aparentemente disfrutaba de los pequeños placeres de la vida, tenía intereses, las inquietudes, el arte en todas sus formas.
Odiaba los peros que anulan todo lo bueno que se cita antes de él, no soportaba a los cobardes que mentían hasta dormidos, la pantomima y el aparentar.

Ojalá no se le hubiera metido tan dentro, dudó de su propia locura por soñar con desconocidos, en pleno desencuentro y malos despertares buscaba proverbios de aliento, palabras esperanzadoras y finales que no desencadenaran en decepción o ausencia. Mostrar su alma le dió un calambrazo.

Monarcas de cloaca quisieron conquistarle y sin éxito alguno seguía soñando con el mar y su encuentro cara a cara con la casualidad disfrazada de destino. Todo estaba vacío, insípido

Un puzzle por muchas piezas que tenga si le falta una sola aún estará incompleto.


Y si no encaja, es mentira.



Y si se te acaba la gasolina, me muero.

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