domingo, 21 de octubre de 2012

Ahí estás tú

Soñé que era su maestra, que una parte de mí volvía a su edad, intentaba hacerle caer donde yo había caído y donde tuve agallas para no caer. Quise que viera lo que veo ahora.

Fui rebelde, me dieron buenos consejos y los cogí un poco tarde. A veces dejamos que pese más el "no puedes hacerlo" que el "Tú puedes, salta, ¡valiente!"

Recuerdo una lluviosa tarde, todo parecía una película gris, era una sensación familiar de desconsuelo pero por suerte ahora estaba él y todo tenía  más luz, no sabía que el tender la ropa pudiera tener otro sentido.

¿Por qué estás aquí si todos se van? ¿Por qué di lugar a esos ojos que se esconden? Algo dentro de mí me dio una bofetada aquella tarde, una voz me dijo estúpida una y otra vez con un eco descomunal que retumbaba por todo mi cuerpo y me sentí el ser más despreciable de la tierra.

No salen las palabras, apenas pequeñas frases que olvido cuando quiero plasmarlas, están ahí solo hay que empujarlas.

¡Eres música! yo también quiero ser una melodía, yo también quiero escaparme de unos labios, quiero ser aire, quiero ser agua, quiero ser esa orilla y esos pasos tímidos frente a un faro, quiero ser la risa y sin embargo el llanto...




...para no salir nunca, de tus ojos, para no correr por tus mejillas.


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