viernes, 4 de noviembre de 2011

Rescate

Cómo si de una buena casualidad se tratase.
Aquella tarde estaba más vulnerable que nunca, más débil...
En un abrir y cerrar de ojos lo que había conseguido en todos esos dias
se había derrumbado como un castillo de naipes en un descuido.
Perdida dando vueltas en medio del camino,
como último recurso, te pedí ayuda...

Pedí que me sacaras de aquí, de esta feria llena de vanidad.
Sálvame de tanto orgullo de tanta ineptitud- grité a la nada.
Me dí cuenta de que por mucho que gritara o pataleara
yo había permitido todo esto, y yo debería salir.

Es que realmente vivir algo tan vacío te hace caer, volver a levantarte,
pero vuelves a caer. Si uno no está vacío no puede formar parte de algo así.

Decidí seguir caminando con la disposicion del todo pasará y recuperare la fuerza de los ultimos dias y así poco a poco.

De repente apareciste tú, no para rescatarme, no para salvarme o auxiliarme.
Empezamos a hablar y sin darme cuenta estaba andando y todo parecía menos afixiante,
el ambiente empezaba a adoptar una coloración nítida y las piernas no se me doblaban,
recuperé la fuerza.

En cierto modo y sin intención me salvaste de esa caida,
ahora espero que dejes que te socorra...


Posdata: Os quiero

No hay comentarios:

Seguidores