martes, 14 de febrero de 2012

Sin trayecto

Eran mucho más que metáforas, trenes sin estación, amigos que en la caduca noche desnudaban su alma para buscar el cobijo de sus palabras.

¿Existen almas incapaces de amar? me preguntaba mientras leía con detenimiento las palabras que sus labios entornaban, éramos tan distintos que nos costaba entendernos.

Dos extremos unidos por la neutralidad, el que no sabía lo que era querer entregarse por completo a otro mortal, quien no sabe con seguridad si sintió verdadero amor y la tercera y aquella que tenía cicatrices por todo el cuerpo de haber amado incondicionalmente.

Los tres coincidíamos en algo, ansiábamos lo que no teníamos. El que no sabe quiere saber, la indecisa necesita saber que quiere, y la que quería convertirse en un bloque de hielo.

Nos entendíamos a la perfección, eramos tan distintos... nuestras ambiciones, polos opuestos.

Días profundos, a veces pienso que esta intensidad es agotadora, que mi suerte está echada y mi alma, al parecer, condenada de alguna manera.

"Todos somos héroes en busca de auxilio"

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