viernes, 9 de marzo de 2012

Correspondencia ¿perdida?

Querido amuleto:

Espero, te llegue esta carta, la comunicación es complicada... apenas una hoja de papel y un puñado de recuerdos.

Antes reíamos más, es cierto, quizás la velocidad la juventud en su paso a la madurez nos volvió un poco más amargos, más secos.
¿y por qué pienso en ello justo ahora? La ausencia momentánea de tanta tecnología me hizo abrir un cajón buscando respuestas que correspondían a cuestiones que todavía no había formulado.

La primera foto que hice con aquella antigua camara, muy desenfocada, no puedo evitar reirme al recordar como sentí que saldría aquella primera foto y como salió de verdad. Cabezota, como siempre, no abandoné mi afán por aprender a hacer fotos. Podía pasarme horas viendo las que con tanta dedicación mi hermano inmortalizaba, París, hermosas playas, paraísos que ansiaba ver y me conformaba con las fotos. Se nos ve tan felices.

Sigo viendo imágenes, estalla la tormenta y se me va pasando el sueño. ¿Cómo olvidarles? ¿Cómo no creer en los ángeles? Aquellos que me hacían sentir una niña y no una princesita dormida...no hay mejor enseñanza que el amor...

Recuerdo, mi vida, el primer latido, el más lento marcó la diferencia y es cierto que el mundo se para. Sueñas con sus ojos, los besos pactados de otros niños no me llamaban y eso hacía que la amistad se hiciera fuerte y valiosa. Solo existía un amor.

¿Cómo pretender obviar el amor, llenarte de odio, cuando desde tan pronto estás destinado a ello? Lo pretendes, lo deseas, lo anhelas, como quieras llamarlo porque no quieres volver a sentir el dolor que sentiste. Porque nos volvemos desconfiados y nos proveemos de la armadura que poco a poco se oxida (por cierto, encontré el libro). Porque sabes que te marcará y no dejas que te marque, porque huyes y no dejas que te atrape, porque no te permitirías ser feliz.

No se si es una virtud o una condena saber quien me marcará y no poder remediarlo.

El miedo es nuestra carcel y a la vez la condena que con los años aumenta más y más el tiempo de encierro penitenciario. No me digas que no es irónico cumplir esa pena por un delito de amor...

Ya ha vuelto la luz y se ha calmado la tormenta. Prefiero emocionarme de nuevo con las cartas, las fotos... con el quien fui y con el que quiero ser.

Buenas noches, espero que la correspondencia te llegue.

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