miércoles, 21 de marzo de 2012

Incandescencia



Lo material perece, mientras, quedan tus palabras...

Imagíname en un susurro, no quiero hacer ruido.
Como decías esta mañana, un amanecer más pero un día menos
No pienses que no me cansa "La ruta de los porqués".
¡Qué mente tan contradictoria! Temo a la primavera, la anhelo.

Incandescente, ¿Huyes del fuego?
¿Sabes que llama contra llama se extingue el incendio?
A veces prefiero quemarme, quemarme de vida...

¿Por qué distintos caminos si vamos al mismo sitio?
¿Rodeos? ya dimos demasiados...

Sobra el gris, falta el mar.
Ya empieza a oler distinto, paseos, observar, sonreír.

Desconocidos que te muestran la luna, para que no mires al suelo.


Despedidas, malditas, que ahogan mi adiós.



Gracias por los poemas del ayer, los conservo como el mejor regalo.
Hoy, tras todo lo vivido entiendo mejor su significado, lo que significó y significará. La poesía nunca muere...


No quiero dinero, no quiero caducidad, quiero que con lápiz y papel me escribas, nunca dejes de hacerlo...

Y si se te olvidó, tampoco importaba tanto ¿No?

1 comentario:

BenitezDelgado dijo...

Me alegro de que tus versos más tristes se vistan de verde esperanza. Los 'por qués' intento sustituirlos por el blanco del alma fragante del azahar, sólo así tienen motivo aunque la explicación siga en el aire. El otoño que deshoja mis amaneceres, siempre tuvo la calidez del cuerpo recién despertado de mujer que anhelo. Besos

Seguidores